Semana 29 de embarazo
A las 25 semanas, tu bebé tiene el tamaño de una berenjena, ¡y es muy activo! También parece mucho más rosado ahora, porque sus pequeños vasos sanguíneos, llamados capilares, se están formando bajo la piel y se están llenando de sangre. En la semana 25 ya lleva cinco meses en su pequeño hogar y es comprensible que se esté volviendo un poco loco por dentro. Ese empujoncito que sientes puede ser su respuesta: “Eh, ¿qué pasa ahí fuera? Acaricia suavemente a tu tripita y dale unas palmaditas para que sepa que mamá no se ha olvidado de él. ¡Qué mono! A medida que pasen las semanas, estos increíbles intercambios sensoriales serán más frecuentes y tu vínculo con el bebé se estrechará aún más.
Es posible que ahora sientas calambres en las piernas, lo cual no es de extrañar con todo el peso que llevas encima. Una de cada cinco mujeres padece el síndrome de las piernas inquietas o SPI, que consiste en la necesidad de mover las piernas debido a una sensación de hormigueo o arrastre en ellas. La causa del SPI es un misterio, pero se sabe que el ejercicio puede aliviarlo. Intenta hacer ejercicio suave todos los días, como caminar, nadar o practicar yoga.
Embarazada semana 24
Prepárate para despedirte pronto de tu pequeño vientre, si es que aún no lo has hecho. Tu útero está creciendo a lo grande. Ahora tiene el tamaño de un balón de fútbol. A medida que el útero siga expandiéndose hacia arriba -la parte superior está casi a medio camino entre los pechos y el ombligo-, la parte central se irá alargando y ensanchando. Todo esto tiene sentido, ya que tu bebé va a superar los dos kilos en poco tiempo y tienes que hacerle sitio ahí dentro. También puedes sufrir el síndrome del túnel carpiano, que provoca entumecimiento y hormigueo en los dedos. Por suerte, como la mayoría de los síntomas del embarazo, suele desaparecer poco después de que nazca el bebé y disminuya la hinchazón.
La primera deposición de tu bebé se ha formado en el intestino grueso. Esta caca espesa y oscura se llama meconio y suele expulsarse poco después de nacer. En ocasiones, los bebés expulsan estas heces antes de nacer, lo que significa que hay que succionarlas después del nacimiento para eliminarlas de los pulmones.
Si ninguna de estas estrategias alivia las molestias, habla con tu médico sobre la posibilidad de tomar un remedio sin receta. Los antiácidos suelen ser seguros para las embarazadas, y algunas marcas (como Tums) aportan un extra de calcio.
Semana 27 de embarazo
Sin alientoPero los científicos acaban de empezar a hacer un seguimiento de las personas nacidas de forma extremadamente prematura hasta la edad adulta y luego hasta la mediana edad y más allá, donde aún pueden acechar problemas de salud. “Me gustaría que los científicos se centraran en mejorar los resultados a largo plazo tanto como los resultados a corto plazo”, afirma Tala Alsadik, una estudiante de secundaria de 16 años de Jeddah (Arabia Saudí).Cuando la madre de Alsadik estaba embarazada de 25 semanas y rompió aguas, los médicos llegaron a entregar a la familia los papeles del funeral antes de dar su consentimiento para practicar una cesárea. Recién nacida, Alsadik pasó tres meses en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) con insuficiencia renal, sepsis y dificultad respiratoria, y las complicaciones no terminaron cuando volvió a casa. Las consecuencias de su prematuridad se hacen patentes cada vez que habla, con la voz aguda y entrecortada porque el respirador al que la sometieron dañó sus cuerdas vocales. A los 15 años, su ombligo empezó a supurar de forma inesperada y tuvo que ser operada. Resultó estar causado por materiales sobrantes de cuando recibía nutrientes a través de un tubo en el ombligo.
Bebé semana 25
A las 25 semanas de embarazo, tu bebé medirá aproximadamente 33 cm y tendrá su propia rutina en tu vientre. Jugará (dará volteretas, se retorcerá) y luego dormirá una siestecita para recuperarse. En esta etapa, también les gustará oír tu voz y es posible que se muevan en respuesta a ella.
También pueden excitarse con otros ruidos, y es posible que sientas que se ponen a bailar con ciertos sonidos, aunque sean tan mundanos como el de la aspiradora o el motor del coche, pero la música también puede hacer que se pongan en marcha. Hablarle y cantarle es tan importante como siempre en esta etapa del embarazo, e incluso puede que te apetezca leerle.
Si es tu primer bebé, tendrás una cita prenatal a las 25 semanas, en la que la matrona te explicará tu plan de parto y tus preferencias sobre el tipo de parto que te gustaría tener. Si no es tu primer bebé, es posible que la cita no sea hasta las 28 semanas de embarazo, pero esto puede depender de los servicios locales.